Mondelrodet: Reflexiones de un pescador romántico

Vado de la Riera Mayor con el caudal bajo mínimos

Refugio del coto de Malagarriga en estado de abandono

Uno,llegado a estas alturas no concibe como todavia hay la gran afición a la pesca que se desprende por la cantidad de participantes que albergan muchos concursos de pesca.Quizás ello se deba a que en este mundo globalizado a la fuerza y tan competitivo,los que tenemos una formación distinta no llegamos a comprender.Solo falta darse una vuelta por la geografia catalana y constatar que cuanto digo es cierto.En muy pocos años he visto morir,si morir,cantidad de lugares que antes eran unos pequeños “paraisos” de pesca donde se iba a pescar solo por el placer de su pràctica.Hoy todo ha cambiado.La pesca és básicamente competición,como casi todo en la vida.Se compite en el trabajo,se compite en la familia,se compite en el amor,como no se iba a competir en el deporte y más concretamente en la pesca deportiva con caña.Pero no todos los viejos pescadores de antaño han caido en el señuelo de los concursos y las competiciones a doquier.No,la inmensa mayoria o desgraciadamente ya nos han dejado para siempre o han desistido de practicar su afición favorita,colgando definitavamente sus cañas en el armario.De aquellas aguas libres donde poder tentar a doña pintona a principio de temporada,hemos pasado a crear cotos intensivos de pesca con mosca sin muerte,donde el ribereño de toda la vida no tiene lugar,solo los priviligiados con aptitudes físicas necesarias para la práctica de tal modalidad tienen cabida.En todos los cursos fluviales se ha creado su propio coto cada Sociedad de Pesca del lugar para uso y disfrute de sus asociados.En estos cotos resulta muchas veces prácticamente imposible llevar a cabo la práctica de la pesca,pues la obtención de permisos para un dia resulta casi del todo imposible para un foráneo.Y lo más triste és el estado en el que se hallan el inmenso número de cotos registrados en la comunidad autónoma catalana.Un verdadero desastre.Grandes cantidades de basura imperan por las riberas,falta a todas vistas de peces debido a la falta de repoblaciones,y a la falta de guarderia,consiguiendo con ello que el furtivismo impere con total impunidad.Ausencia de limpieza de los caminos de pescadores que se convierten en verdaderas junglas de vegetación que impiden en la mayoria de los casos o bien el acceso a la pesquera o bien el lanzado de los aparejos de pesca al rio para la práctica de la pesca.A todo ello cabe sumarle una “pertinaz" ausencia de caudal de agua motivada por distintas causas entre las más destacables:un buen régimen de lluvias,falta de nieve en las montañas,extracciones ilegales de agua en los cursos fluviales,aprovechamiento industrial masivo del agua,etc.,etc.
Pero uno que ama la pesca en si misma sin tener en cuenta sus resultados,continua con su caña en mano recorriendo ribas i riberas,lagos y pantanos,con la esperanza de poder ver todavia alguna que otra ”picada” que alegre la jornada de pesca.Lo confieso,soy un romántico de la pesca y no me quiero sumar a esta alocada carrera hacia el competitivismo pesquil que fluye por doquier.No quiero trofeos ni reconocimientos vanos,solo quiero un espacio tranquilo donde poder lanzar mis aparejos al agua con la esperanza puesta en la sorpresa.¿Hasta cuando?.Últimamente me siento cual don Quijote luchando contra los molinos de viento,pero aún cuando puedan pensar que ando algo loco seguiré buscando ese “nirvana” que se esconde a veces en algún recóndito lugar donde el “señor de los mosquitos” aún no ha llegado.Me siento pescador,con toda la amplitud del vocablo y no quiero estar encasillado en ninguna técnica ni competición.Pesco porqué és un placer de dioses y defenderé mi postura mientras Dios me de fuerzas para empuñar una caña.Asi sea.