MONDELRODET

MONDELRODET
Mondelrodet

lunes, 19 de noviembre de 2012

Restaurado complejo


Restaurado complejo

Todo carrete que llega a mis manos,pasa por un control,el cual consiste en su limpiado y puesta a punto,sea nuevo el carrete de pesca como usado.Aún siendo el carrete coleccionable nuevo "del paquete",su limpiado ,aceitado y engrasado es,de obligado cumplimiento.

Ahora bien,la cosa cambia totalmente,cuando nos referimos a carretes de pesca antiguos y que por añadidura alguien ha tenido la "genial" idea de pintarlo a "brochazo" limpio.Es verdaderamente un calvario,eliminar toda la pintura realizada con pincel o brocha;pintura de baja calidad y que lo recubre absolutamente todo.Nunca he podido saber quien habrá aconsejado a su anterior propietario a que realize tal barbaridad.Desgraciadamente suele darse en carretes de un cierto valor,cuando no en algunos de mucho valor.Quiero decir a los posibles "artistas" del brochazo que piensen que dicho "tuneado",és sin duda alguna la formula más rápida para destruir un viejo carrete y desvalorizarlo del todo.

¿Quién puede querer coleccionar un carrete de pesca totalmente inmerso en un marasmo de vulgar pintura,quién?.Señores artistas del pincel,guarden por el bien de la afición al coleccionismo,sus dotes plásticas y plasmen sus obras sobre la tela o sobre qualquier otro elemento que no sea el honrado e infatigable carrete de pesca.

El caso es que vino a dar en mi clinica/taller,un vetusto carrete de la firma RU,el cual estaba totalmente pintado de negro brillante,y cuando digo totalmente quiero decir:todo,absolutamente todo.Palanca antiretroceso,el cojinete de guia-hilos,la bobina,la maneta,todo,absutamente todo.Ya he restaurado/salvado varios carretes en dichas condiciones,pero como este ninguna,os lo aseguro.

Armado de paciencia,una vez desmontado el carrete (que por cierto,fué todo un poema su desmontaje,dado que la tornilleria estaba totalmente tapada bajo una espesa capa de pintura) y provisto de un potente decapante,procedí a su despintado,y,oh sorpresa!;debajo de la pintura se "escondia" una espesa capa de pintura de imprimación a la cual el decapante le hacia cosquillas.No tuve más remedio que con la gran ayuda de una Dremel,decapar a golpe de fresado todo el decapante;tarea árdua y francamente molesta por la suciedad y el gasto de materiales de fresado.

Conseguido el decapado total,se procedió a un pintado del carrete,siguiendo un criterio muy personal,y utilizando para ello tres tipos de color.He de decir que en principio pinté la bobina del mismo color que el resto del carrete,pero no satisfecho con ello,la pinté nuevamente con un color más al uso.Todas las piezas interiores fueron fresadas,la corona rectificada,pues tenia un "toque" en sus dientes.Pieza a pieza,debidamente aceitada o engrasada según su caracterisitica y siguiendo las indicaciones del fabricante,después de "fabricar" un muelle de cric antiretroceso,inexistente por pérdida de su anterior propietario;montado y ajustado el carrete,este muestra el aspecto que reflejan las fotografias adjuntas.La satisfacción personal de ver realizado el trabajo y haber devuelto a la vida el carrete en cuestión,no se paga con todo el oro del mundo.El resultado final,gustará o no,pero lo que si puedo decir,és que otra vez me lo pensaré muy mucho el tener que restaurar un viejo carrete "decorado" por manos tan maldiestras y de pésimo gusto.




Texto y fotografias     Enric Padrós    responsable arxiu de pesca

lunes, 12 de noviembre de 2012


Pequeñas joyas

Siempre he comentado que donde menos se espera "salta la liebre".De ello son buenos sabedores los expertos cazadores de la práctica de caza menor de nuestro país.

Asi mismo el "cazador" de carretes de pesca ha de saber que las pequeñas joyas pueden aparecer en el lugar más insospechado.Este és el caso del carrete que aparece en las fotografias que acompañan este articulo.Como no podia ser de otro modo en uno de las múltiples mercadillos de rastro que se celebran en mi país,hallé este pequeño carrete de pesca al que,el vendedor me ofreció por un precio irrisorio.Lo adquirí,dado que mis ojos se fijaron en él desde el momento de que me percaté de su presencia.Era sin duda un carrete de pesca pero no de los más comunes.Y efectivamente se trata de un bello carrete de pesca de bobina móvil fabricado en aluminio y con la bobina realizada en fina baquelita.Recias manetas y el grosor del aluminio muy destacable asi como el sistema de autofrenado por rozamiento,en su parte interior,toda una curiosa solución técnica.

Indagando pude saber através de mis apuntes personales que dicho carrete,el cual carece de marca o señal alguna es del tipo fabricado por la francesa firma Decantelle,para un vendedor al detall de la vecina nación.Estaremos hablando de un carrete perteneciente a los finales de los años 50,principios de los sesenta del pasado siglo XX.

No és nada frecuente hallar en tan buen estado y sobretodo a un precio irrisorio estas pequeñas joyas que dan realze a nuestra personal colección.Animaté amigo coleccionista y no pierdas nunca la esperanza;la sorpresa anda ahí fuera!.

Texto y fotografias    Enric Padrós   responsable del  arxiu de pesca